El principal síntoma de la otitis externa es un dolor de oído intenso, que empeora cuando se tira de la parte más externa del oído o se ejerce presión sobre ella. A veces, el conducto auditivo pica antes de que empiece a doler.
Es posible que el oído externo se ponga rojo o se hinche. Lo ganglios linfáticos que hay alrededor del oído pueden aumentar de tamaño y molestar. A veces, hay una supuración amarillento-verdosa de pus en la abertura del oído. Si el pus y/o la inflamación del conducto auditivo obstruyen el paso del sonido a través del oído, puede resultar difícil oír con el oído infectado.